Ejercicios de estiramiento y resistencia en niños con Parálisis Cerebral

La mejora del rango de movimiento articular (ROM) y la fuerza, contribuyen a mejores resultados funcionales en niños con Parálisis Cerebral (PC), pero ¿es el estiramiento y el ejercicio de resistencia progresiva una intervención adecuada para lograr estas metas?

Investigaciones anteriores muestran que en los niños con Parálisis Cerebral encontramos un acortamiento de los músculos isquiotibiales respecto a sus compañeros. Un músculo isquiotibial corto o espástico contribuye a desviaciones en la marcha, y la cirugía de alargamiento de los isquiotibiales no resuelve por completo el problema. Estos niños muestran además una disminución de la fuerza muscular, contribuyendo a empobrecer en el funcionamiento motor.

Debido a que el movimiento articular funcional depende tanto del rango de movimiento (ROM) como de la fuerza muscular, los investigadores de un ensayo controlado aleatorio reciente optaron por combinar el estiramiento de los músculos isquiotibiales con ejercicios de fortalecimiento de la extensión terminal de la rodilla1. Con esto, esperaban disminuir el ángulo poplíteo de la rodilla y así mejorar la función de la articulación de la rodilla y la motricidad gruesa en niños con Parálisis Cerebral.

Treinta y cuatro niños con Parálisis Cerebral espástica bilateral, reclutados del programa de seguimiento de Parálisis Cerebral noruego, participaron en el estudio entre el grupo de intervención y grupo de comparación. Los criterios de inclusión requerían que los participantes estuvieran en los niveles de GMFCS I, II o III y sin antecedentes recientes de cirugía de extremidades inferiores o inyección de Botox.

La fase inicial fue seguida durante 16 semanas de intervención, que incluyeron 3 sesiones por semana de estiramiento activo y pasivo de isquiotibiales en las posiciones supina/sentada, elevaciones, sentadillas, elevación del talón con carga y extensión activa terminal de la rodilla. Se realizó un seguimiento por un programa de mantenimiento en el hogar una vez por semana durante 16 semanas.

SIN CAMBIOS EN EL RANGO DE MOVIMIENTO ARTICULAR MEDIANTE EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO PASIVO Y RESISTENCIA

Los resultados no mostraron diferencias significativas entre grupos, tanto en la medición activa como en la pasiva del ángulo poplíteo. Esto corrobora los estudios previos que evalúan los efectos del estiramiento pasivo en niños con Parálisis Cerebral2,3.

Aunque se observó una pequeña mejora clínica a favor del grupo de intervención, esta no fue relevante. Los investigadores recalcaron la dificultad de justificar una intervención que consume mucho tiempo cuando solo se esperan pequeñas mejorías que no se mantuvieron después del programa de mantenimiento en el hogar (a las 32 semanas).

En contraste, cada vez hay más investigaciones que dirigen a los médicos a involucrar intensamente a los niños con discapacidades en terapias centradas en el entorno y dirigida a metas para alcanzar mejores resultados en la marcha y en la función, a diferencia del enfoque de tratamiento basado en la discapacidad4,5.

Añade coherencia con los objetivos y metas de la “International Classification of Functioning Disability and Health” (ICF). Con esto en mente, los resultados de este estudio no deberían ser demasiado sorprendentes, y sirven como recordatorio para que se utilice el tiempo de terapia dónde se consigan los mejores resultados.

FUENTE REHAGIRONA

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